viernes, 12 de noviembre de 2010

El otro día, cuando iba a coger el autobús hacia el colegio, se me quedó la falda enganchada en la puerta. Me quedé en tanga delante de todo el autobús. Un anciano me miraba con cara de vicioso. Me sentí deseada. Desperté. Fue un sueño. Sí, me levanté húmeda. JDT.

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