sábado, 13 de noviembre de 2010

Siempre he trabajado de barrendero. El sábado pasado me tocó limpiar la zona donde suele hacerse el botellón. A las séis de la mañana había tan solo un par de chavales, rodeados de litronas y botellas de alcohol. Estaban montandoselo en un banco. A la chica parecía ponerle mi presencia. Seguí barriendo como si nada, sin dejar de mirar. Cuando me acerqué, vi que era mi hija. Ahora el problema lo tengo yo. Resulta que mi mujer no ve mal que lo haga a la vista de todos completamente borracha, pero sí le molesta que no hubiese reconocido a mi hija. JDT.

0 amenazas:

Publicar un comentario

Los comentarios insertados son propiedad intelectual de cada persona. Por favor, si eres demasiado listo no comentes o te robarán la idea. Gracias.