lunes, 15 de noviembre de 2010

El mes pasado, iba conduciendo mi Mercedes por la ciudad, cuando un anciano cruzó un paso de cebra con su semáforo en rojo. Le golpeé y cayó encima de mi capó. Parece mentira que un Mercedes se destroce por la caida de un anciano. Peor aún es que el anciano me echase la bronca. Aún peor que él no se hubiese hecho nada. Pero lo más flipante es que el seguro le da la razón a él y no me pagarán el arreglo. Odio eterno a los viejos. JDT.
Hoy, estábamos buscando ideas en clase para financiar el viaje de fin de bachillerato. El tonto de la clase dijo que podíamos vender maría. Mi novio se encargó de hacer el cartel. El precio era de 1€. Salía mi foto. Me llamo María. JDT.
Esta tarde, cuando estábamos jugando en casa al Hotel, mi hermano, que tiene 18 años, se puso a llorar cuando se quedó sin dinero. Sus frases fueron "estoy arruinado", "¿nadie me deja un poquito de dinero?". Cuando le recriminé que era mayorcito para llorar por un juego me dijo, "hermanita, estoy practicando para cuando tenga que pedir en la calle". Con la mala suerte que tengo seguro que él gana más pidiendo por la calle que yo con mi trabajo de media jornada como veterinaria. JDT.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Siempre he trabajado de barrendero. El sábado pasado me tocó limpiar la zona donde suele hacerse el botellón. A las séis de la mañana había tan solo un par de chavales, rodeados de litronas y botellas de alcohol. Estaban montandoselo en un banco. A la chica parecía ponerle mi presencia. Seguí barriendo como si nada, sin dejar de mirar. Cuando me acerqué, vi que era mi hija. Ahora el problema lo tengo yo. Resulta que mi mujer no ve mal que lo haga a la vista de todos completamente borracha, pero sí le molesta que no hubiese reconocido a mi hija. JDT.
Esta mañana, estaba con mis amigos por el parque. Hablando de nuestro tema favorito, las tías, apostamos 10€ a que no era capaz de tocarle el culo a una que estaba en el banco de enfrente de espaldas. Lo hice. Era mi hermana de 12 años. Me soltó una hostia. Me gustó. JDT.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El otro día, cuando iba a coger el autobús hacia el colegio, se me quedó la falda enganchada en la puerta. Me quedé en tanga delante de todo el autobús. Un anciano me miraba con cara de vicioso. Me sentí deseada. Desperté. Fue un sueño. Sí, me levanté húmeda. JDT.
Esta mañana, mientras paseaba, vi como un anciano iba persiguiendome cojeando a toda prisa con dificultad, ya que tenía marrilla. Me puse a pensar que sería el típico viejo verde que querría decirme algún piropo. Al rato me lo encontré y me dijo que había estado persiguiendome toda la mañana. Me dio un billete de 20€. Esto ya sería un JDT, pero lo peor es que cuando quise agradecerselo, me dijo que la mejor forma de hacerlo era besandole. Lo hice. ¿Esto me convierte en puta? JDT.